El año pasado nos enseñó que para prosperar es necesario contar con una gran diversidad de puntos de vista, así como una cultura de verdadera igualdad e inclusión. La diversidad, igualdad e inclusión no pueden sostenerse sin un sólido sentido de pertenencia. 

En algún punto de nuestras vidas todos hemos llegado a sentir que no pertenecemos o que nadie nos toma en cuenta. Pudo haber sido en uno de esos momentos en la escuela buscando con quién sentarte a la hora del almuerzo o esos angustiosos instantes esperando que te eligieran para ser parte de un equipo o esa sensación de duda tras una audición. La incomodidad de no pertenecer también puede presentarse en nuestra carrera profesional. Todos hemos sentido la preocupación de tratar de “encajar”. Pero esto es especialmente cierto si eres la única persona o una de las pocas de tu mismo contexto.  

Yo he vivido exactamente eso. Cuando entré a Edelman en Washington D. C. hace algunos años, yo era una de las dos mujeres negras trabajando en una posición de contacto directo con clientes. Al ser una de mis primeras experiencias profesionales después de la universidad, fue una situación solitaria y aterradora para mí. Frecuentemente me preguntaba si sería capaz de desarrollarme profesionalmente, pues no me veía representada ni internamente ni en reuniones con clientes.  

Estas sensaciones incómodas y los desafíos inherentes han sido mi principal motivación en el trabajo. Me mueven a crear activamente un ambiente donde todos —incluso una joven negra del sur rural de Maryland que estudió en una universidad históricamente negra— se sientan parte de la comunidad en Edelman y en la industria. La meta es lograr que todas las personas sientan que son vistas Y TAMBIÉN escuchadas y respetadas para crear un espacio laboral donde todos podamos ser auténticos diariamente. No importa cómo sea tu cabello, tu acento, tus creencias, de dónde vengas ni a quién decidas amar: aquí es donde perteneces.  

Como líderes de opinión en el tema de la confianza, no nos parece ninguna sorpresa que la sensación de pertenencia florezca con la confianza. La confianza de creer que tenemos algo que ofrecer y de compartirlo libremente, la confianza en los demás y de acercarnos mutuamente para conocernos a fondo; esta es la manera en la que creceremos y evolucionaremos juntos.  

En mis años de camino recorrido, me he dado cuenta de que, aunque haya lugares en los que me sienta incómoda o situaciones donde yo pueda haber hecho sentir incómodos a otros, ha sido vital aceptar el increíble poder de mi identidad, mis diferencias y mi singularidad, así como el hecho de que parte de mi trabajo es ser yo misma, genuina y auténticamente.  

Es más que suficiente ser nosotros mismos 

Si pudiera decirle algo a mi yo más joven, le diría que siempre ha estado donde pertenece. Que ayudará a construir caminos y a transformar la cultura para otras personas en su situación. Le diría que conocerá a mucha gente y trabajará en cosas que ni se imagina. Sobre todo, le diría que no es la única que siente que no pertenece, pero que sentirse fuera de lugar no es motivo para dejar de brillar.  

Conforme el mundo cambia, debemos usar nuestra perspectiva para asegurar que la evolución de nuestros equipos, trabajos y clientes se dirija hacia un mundo de confianza, valentía y pertenencia. Es por esto por lo que el primer evento Week of Belonging [Semana de pertenecer] de Edelman es tan importante para todos nuestros colegas, clientes y comunidades, así como para quienes quieren fomentar confianza y ser trust makers. Les invito a que hagan buen uso de su influencia.  

En mi camino he reunido best practices que quiero compartir. Son sugerencias sobre cómo podemos comenzar a crear un ambiente de pertenencia para todos:  

  • La pertenencia empieza con uno mismo; confía en que estás donde debes estar. Nada arruina la sensación de pertenencia de forma tan efectiva como el síndrome del impostor y preguntarte constantemente si de verdad encajas y si tienes lo necesario para triunfar. Permíteme responder a esos cuestionamiento: si te levantaste esta mañana y estás aquí, es porque tienes lo que se necesita.  

  • Ofrece lo que tienes. Todos los colaboradores Edelman a nivel mundial fueron contratados no solo por sus habilidades, sino también por su potencial para hacer de la compañía un mejor lugar con el simple hecho de ser ellos mismos. Buscamos tus excentricidades, tus pasatiempos, tus gustos musicales, tu opinión sobre lo que define la cultura. Todo eso enriquece a tus colegas y añade capas de experiencia que podemos ofrecer a nuestros clientes en todo el mundo. 

  • Deja entrar a otros. En mis años trabajando en Edelman he conocido gente extraordinaria. Muchos se han convertido en grandes amigos y confidentes en quiénes puedo confiar cuando necesito apoyo y orientación. Muchas de estas relaciones ocurrieron gracias a que dejé atrás mi miedo y los nervios y me abrí para compartir más de mí. No podemos construir una comunidad si no nos comunicamos libremente. Puede ser que encontremos diferencias o que sea extraño al principio, pero no se trata de ser perfectos, sino de construir conexiones humanas.  

  • Sé parte de las historias de otros y déjalos ser ellos mismos. Así como yo aprendí a abrirme para crear nuevas conexiones en la oficina, también aprendí a detectar a otras personas que hacían lo mismo. A veces lo mejor que podemos hacer es darles espacio a los demás para que compartan aquello que les inspira. Déjate llevar por la curiosidad al tratar con tus colegas o incluso con tus clientes. Como tú, ¡ellos también están en el hermoso, complejo y a veces desafiante camino de la vida! 

  • Ayuda a crear una nueva cultura. Procura estar al pendiente de tus colegas para saber qué hace que se sientan vistos, valorados y escuchados con el fin de que se sientan seguros de presentarse como la mejor y más completa versión de ellos mismos. Sin importar el puesto que tengas, reconoce que tienes la capacidad de transformar las experiencias y caminos de las personas que te rodean.  

  • Cambia lo que te parezca inaceptable. Crear una cultura de pertenencia significa ser aliado o cómplice de todos los grupos para que se sientan aceptados. Al mismo tiempo, hay que trabajar constantemente para eliminar las desigualdades e injusticias que por años han impactado a las comunidades minoritarias. Usa tu voz y los privilegios que tengas para garantizar que nuestros sistemas, procesos, decisiones y valores sigan siendo lo más importante.  

Trisch Smith es Directora Global de Diversidad e Inclusión.