Hace un tiempo que me refiero a mis años en Edelman como “20+”. En parte, porque sigo siendo un poco Dory y me olvido de verdad cuánta agua pasó por este puente. Y en otra, porque mi carrera fue un zigzag de pasos agigantados, retroceder para tomar envión, correrse al costado para respirar y aprender.
Lo cierto es que, en algún momento de 2020-2022, celebré ese marco. Cambiar de década en Edelman es siempre un punto de inflexión, acompañado de algunas semanas extra de hacer nada, tan ansiadas como celebradas. Pero… como (casi) diría Carlos Drummond de Andrade: “En el medio del camino había una pandemia, una pandemia en el medio del camino”. Así que esa conmemoración tardó, pero llegó en septiembre pasado.
Como esos caminos de la vida me llevaron a vivir lejos de mi mamá, elegí pasar las semanas off con ella. Las raíces nos tiran siempre para Italia, en particular, la región de Puglia: el taco de la bota que resume la esencia de un país. La vita lenta que abraza, el azul tan pero tan azul del mar, los sabores que emocionan – de la suavidad de una ricota cremosa a un explosivo spaghetti all'assassina.
Quiero dejar acá unas reflexiones que son mi regalo para todos los que me permitieron disfrutar de esta aventura:
- Bajar un cambio. Parar para ver que los tanos entendieron qué es vivir bien y el resto del mundo estamos sólo intentando. No esperes una década – tomate un recreo, no pasa nada.
- Volver con la cabeza fresca. La distancia nos permite ver los problemas chiquititos, las oportunidades enormes, las pilas recargadas para el último sprint del año.
- La magia de tener colegas tan geniales que todo sigue andando sobre ruedas. Tengo dos jefas musas que no me mandaron ni un “hola, todo bien?” (mentira, una me escribió para que me tome un rico vino). Tengo un equipo que arrasa con todo y me llena de orgullo todos los días. Y, claro, en casa un compañero que cuidó de perrhija y la casa en reforma, ¡uf!
- Reconectar con nuestra esencia. Es una frase un poco namasté, lo sé. Pero, en el ritmo diario, a veces nos perdemos un poco del foco, de quiénes somos, de qué queremos construir. Tener el privilegio de enamorarse de nuevo de ese camino que elegiste es un montón.
- Y por último y, diría yo más importante, – unas recetas de vera cucina pugliese, que ya me dejan con ganas de volver…!